80 grafiteros se reunieron el pasado domingo, 26 de junio, en Barcelona para celebrar la primera edición del P-Art Gallery.
Dicho evento, pretende acercar a la ciudadanía y el grafiti como disciplina artística urbana. Y evitar que se siga sancionando y prohibiendo este arte.
Organizado por la entidad Persianes Lliures, que busca espacios urbanos para pintar, y cuenta con la colaboración de la Universitat de Barcelona y el distrito de Les Corts.
Ambas instituciones han cedido el lugar donde estaba la antigua carpa de conciertos patrocinada Espacio Movistar, de la capital catalana.
Durante el P-Art Gallery , los artista pintaron murales y dibujos con aerosoles en 500 metros de pared y pequeñas porciones de suelo. Estaba previsto que se decoraran también camiones de carga y descarga, aunque finalmente no se consiguieron.
Los participantes han sido en su mayoría de Barcelona aficionados a los grafiti, que han pintado composiciones de coloridas letras, aunque también ofrecieron sus murales varios estudiantes de Bellas Artes de la UB y grafiteros ya consolidados. La actividad, totalmente gratuita, empezó a las 11 de la mañana y ofreció a cada artista entre 3 y 5 aerosoles y un espacio de cuatro metros de ancho por dos de alto.
“El P-Art Gallery es un espacio de libre expresión artística, desinteresada, que intenta dar la vuelta a los esquemas de exposición tradicionales, para difundir las nuevas tendencias de arte”, expone Marc, impulsor del acto. Hace justo una semana un colectivo de grafiteros profesionales, la plataforma Enrotlla’t, realizó una restauración de un grafiti en una persiana como protesta por la inflexibilidad del consistorio ante el arte integrado en el paisaje urbano.
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