martes, 14 de febrero de 2012

Ficción hecha realidad

Cosplay es la interpretación de algún personaje de un manga, anime (animación japonesa), película, libro, comic o videojuego.

Algunas  chicas  llevan  vestidos  extravagante pero no es un desfile de modas; unos  llevan uniformes pero no son estudiantes, otros parecen karatecas pero no hacen karate también hay un ángel y unas hadas con pelo azul, amarillo, morado, verde. Rojo.



Son jóvenes fanáticos del anime y manga japonés que han llegado al punto de vestirse y actuar como sus personajes favoritos.. Se los conoce como cosplayer: una práctica se inició en Japón en los años 70 desde hace una  década llegó a Ecuador y que en los últimos cinco años está tomando cada vez más fuerza en nuestra ciudad.  No tienen conocimiento en corte y confección pero con mucho empeño y creatividad hacen que los personajes cobren vida.
 “Yo coso mis trajes desde el 2010 a veces recurro a una costurera si el traje es complicado pero nunca lo hace como me gusta así que igual lo término desarmando y cosiéndolo yo. A veces coso a máquina pero es poco porque me da miedo. La mayoría coso a mano”, cuenta Ceres Maxwell cosplayer desde el 2007.
Otros no saben coser  como Karim Arellano así que lo  lleva a una costurera. “La primera vez que le enseñé la foto a la costurera puso una cara. Como que le pasa esta chica que se quiere vestir como colegiala, era Tomoyo de Sakura Card Captor (serie anime)”, cuenta cuando hizo su primer cosplay.
Pero existen  algunos aficionados a esta actividad que encontraron una excelente forma de hacer negocio por la demanda de los accesorios y disfraces. De ahí surgen tiendas como Bloody Dolls y Urbanshop.
           
Bloody Dolls es una tienda online dedicada a la venta de trajes, accesorios y confección a medida de cosplay que surgió hace 2 años. Los interesados miran la  página web   mandan un correo o por el facebook  publican el nombre e imagen del personaje  y envían la cotización del mismo.
En cambio, Diana Ospina, dueña de Urbanshop  llegó a confeccionar trajes de cosplay por pura casualidad. “Un día me ofrecieron hacer este tipo de línea, a un grupo de chicos que necesitaban de alguien que les haga sus trajes, y sabían que yo tenía mi atelier y me lo propusieron, y lo acepté”. Admite que fue un reto para ella porque no sabía qué era el cosplay " Apenas me lo dijeron me puse a investigar, observé las fotos de los trajes y no era nada complicado." Se hicieron 6 trajes esa primera vez: 2 de mujeres y 4 de varones. Hasta la fecha lleva 15 trajes en total”. Algunos chicos le piden que hagan cosplays en cuero, cuerina o látex, y con  esos materiales se deben usar máquinas industriales, hilos especiales los cuales no posee y espera que a  largo plazo puedan aceptar ese tipo de trajes." Hasta el momento nos hemos especializado en trajes tipo colegiales y  militares”, dice Ospina.
 Andrés Redroban, cliente de Urbanshop,  quedo contento con su traje Takeshi Tatsumi de la serie Giant Killing. “Diana hizo un gran trabajo, no tuve ningún problema cuando lo use”, expresó Andrés quien ya está pensando en el próximo cosplay que mandara hacer a Urbanshop.
Dependiendo del modelo y el diseño, hay prendas que tienen cosas bordadas, pintadas a mano, apliques como cintas, sesgos, bordes el precio puede variar. “Cobramos por lo general desde $60 para arriba, el traje más costoso hasta el momento ha sido $150 ya con todo mano de obra, insumos y telas”, afirma Diana Ospina. 
Y lo que están dispuestos a gastar por un traje puede variar para Mimi Tufiño, cosplayer desde el 2009,  no es algo que se tenga  en cuenta por qué no se hace un presupuesto, se van comprando las cosas poco a poco por lo que no notan en si cuanto se está gastando.  Su traje más  sencillo le costó 120 dólares y el más caro casi 200 dólares.
Estefanía Valdivieso  dice algo distinto aunque trabaja trata de gastar  lo menos posible, pero eso no quiere decir que menos valor sea menos calidad. “Se trata de buscar telas baratas de buena calidad, del próximo traje que quiero hacer estoy dispuesta a gastar de 100 dólar para arriba.Por lo que es muy complejo y quiero hacerlo excelente de ahí gasto máximo unos 40 dólares en un traje simple”  dice Estefanía de 24 años.
“Con lo que he gastado podía haber ya comprado un carro de segunda mano  casi he gastado por lo bajito más de 5000 dólares” bromea Ceres Maxwell.
Por tal valor merecen un cuidado especial.”Los guardo en porta ternos y los accesorios en una repisa solo para eso y lavado en seco por si se me dañan” dice Estefanía que hace cosplay desde el 2004.
Ceres cuidas sus trajes dividiendo por categorías  “Los tipos militares así conjuntos los tengo en armadores en mi closet también los más caros...los otros, mi mami me compró una cajonera grandota la más grande del mercado (risas) divido los cajones entre telas y demás. Los lavo normalmente como cualquier prenda solo que yo lo hago a mano.”

Para hacer un cosplay, primero se observa el personaje de la serie en cuestión que les guste, miran su traje, cabello, actitud. Buscan una imagen  detallada la imprimen en diferentes ángulos par observar mejor los detalles. “Voy a buscar las telas al almacén. Según como es el traje compro las telas, ya que estas tienen diferentes caídas y no todas sirven para hacer lo mismo”, dice Estefanía. Un traje mínimo se necesita un mes y medio de antelación si es muy sencillo, si es muy detalloso serían dos meses. Porque  hay que esperar las pelucas que vienen desde el extranjero y demoran en llegar al país 15 días, el resto de tiempo se lo invierte en encontrar telas y la confección del traje dice Mimi.
Pero no siempre es fácil conseguir todo y tenerlo a tiempo.  “No pude conseguir hacer una soldadura de unos alambres que serían el esqueleto de una armadura  a veces es medio complicado ser chica” expresa Mimi de 24 años.
“Del último que hice pues se me hizo un chance complicado hacer los vuelos del trajecito no quedaban también y eso molestaba me tocaba zafarlos millón veces hasta que salga bien de ahí”, cuenta  Estefanía.
Ceres cuenta que no tuvo tiempo de terminar su traje de  Another blood (serie) de hacer los detalles y se quedó guardado. Confiesa que casi siempre termina cosiendo detalles en el carro de su novio o en la madrugada previa al evento.
Pero no todos los chicos otakus (fan del anime) hacen cosplay debido al costo de los trajes y el tiempo. “La verdad no me gusta hacerlo pero si quisiera no lo haría porque no tengo  tiempo”, dice Pedro Moreira de 21 años  “Prefiero mas verlos y criticarlos lo hago sobretodo con  mis amigos”.  
Otro contratiempo que pueden tener los cosplayer es no tener el apoyo de sus padres. “Es raro, mi mami no le gusta dice que gasto mucho dinero blabla...pero si tengo una presentación o viaje ahí anda que me arregla los trajes  o me va a ver cuando concurso. Mi papa me reta por el dinero...pero le da igual.”, dice Ceres. 
“Creo que es una inmadurez andar disfrazándose o como se llame lo que hace, tiene 24 años ya es profesional, trabaja y sigue viendo dibujitos”, dice Malena Ortiz madre de Estefanía Valdivieso. Pero ella se defiende al pensar que es mejor   perder el tiempo libre haciendo cosplay con sus amigos que desperdiciarlo  en drogas y alcohol... El cosplay es un hobbie sano y es considerado en algunos países como un arte.
Actualmente en Guayaquil  se realizan dos eventos importantes sobre el tema anime como son: la Convención del  Anime y comic en julio, el  Matsuri en Octubre donde se encuentra a más de uno haciendo cosplay. Mientras siga habiendo convenciones habrá cosplayer dichosos de mostrar sus trajes.
 Es un video juego real la ficción hecha realidad han salido de la pantalla para verlos caminar entre nosotros. No les importa el precio, ni el que dirá  solo divertirse. 

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